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El periodista Antonio Maestre, expresaba razones por las que el partido de extrema derecha Vox, no debería tener cabida democrática, precisamente porque la democracia no puede permitirse la totalidad de incluir ideas que la anulan. Hay que ser intolerable con lo intolerante.

"Sobre esa posición equidistante, tibia y connivente que considera a VOX otra opción política más y necesitan equipararlo a otros partidos. No os creáis a salvo, solo tardarán más en ir a buscaros."

Maestre, uno de los periodistas que más de frente se está oponiendo al partido filofascista, aprovechó el tuit para subir un video sobre su intervención en un programa de debate televisivo:

"Vox no es un partido como otro cualquiera. El día que Vox propuso la ilegalización de partidos independentistas, es decir, de aquellos que no piensan como ellos, en incluso la ilegalización de aquellos partidos que no renegaran del marxismo como pidió Ivan Espinosa de Montero, el día haya alguien en la izquierda que propongan la ilegalización de aquellos que propugnan las ideas de Milton Friedman, que los equipare.

Pero estamos hablando de un partido que no juega con las reglas democráticas, que considera que hay otros partidos que tienen unas ideas diferentes que no merecen estar en el debate público. Eso no es un partido normal, es un partido completamente antidemocrático. Es un partido que su tuviese y pudiese la fuerza necesaria, no prohibiría a muchos de nosotros. 

No equiparemos. Habrá gente a la que no le guste el PSOE, que no le guste Podemos o Izquierda Unida, pero ninguno de ellos ha propuesto ilegalizar a partidos que piensen diferente. Vox es un partido antidemocrático que no respeta la divergencia, ni la diversidad ni la pluralidad de ideas. No equiparemos, no es lo mismo".



Quizás os hayáis topado recientemente con este impresionante video de una ola que está recorriendo las redes. Se trata de una pieza de video de apenas 40 segundos donde podemos contemplar a cámara lenta la espectacularidad de una gran ola torsionándose hasta romperse ante la luz de los rayos de un ocaso.


El video posee una potente carga visual cuya belleza deleita a cualquier espectador. La imagen nos sobrecoge por la inmensidad de dicha ola, cuyo volumen y fuerza nos sitúa de inmediato en un lugar tan exento de todo, que nos despoja para dejarnos desnudos frente a esta coexistencia entre humanos y naturaleza.

Su cuenta de instagram está repleta de videos espectaculares entre color y luz.

Se trata de un video realizado por el fotógrafo y camarógrafo australiano, Conor Hegyi, y publicado en 2015. El video que circula por las redes es un corte de unos 41 segundos con la canción An Ending (Ascent) de Brian Eno como fondo. Pero el showreel original del autor dura casi 5 minutos, donde se puede extender el placer de contemplar la belleza de sus grabaciones. Probablemente su videos sean grabaciones realizadas en Australia.
Esta diferencia entre el corte de 40 segundos que se está extendiendo y el showreel original me hace pensar que ha sido editado de manera ajena al autor.

SHOWREEL // Conor Hegyi from conor hegyi on Vimeo.

Según indica el propio Conor en los créditos del video, dedicó estas maravillosas imágenes a su familia, quienes creyeron en él. Conor es además realizador de video para bodas y otros trabajos sobre surf y skating, como indica la información que aparece en su perfil en la web de Vimeo.

Imagen de Conor Hegyi bajo el agua



Fuentes:
https://vimeo.com/141765123
https://www.instagram.com/conorhegyi/
https://www.facebook.com/conorhegyifilms/
https://v.qq.com/x/page/p0324mukjhu.html
http://www.surferrule.com/showreel-conor-hegyi/



"Nadie abandona su hogar, a menos que su hogar sea la boca de un tiburón.
Solo corres hacia la frontera cuando ves que toda la ciudad también lo hace.
Tus vecinos corriendo más deprisa que tú. Con aliento de sangre en sus gargantas.
El niño con el que fuiste a la escuela, que te besó hasta el vértigo
detrás de la fábrica, sostiene un arma más grande que su cuerpo.
Solo abandonas tu hogar
Cuando tu hogar no te permite quedarte.
Nadie deja su hogar
A menos que su hogar le persiga,
Fuego bajo los pies,
Sangre hirviendo en el vientre.
Jamás pensaste en hacer algo así,
Hasta que sentiste el hierro ardiente
Amenazar tu cuello.
Pero incluso entonces cargaste con el himno bajo tu aliento,
Rompiste tu pasaporte en los lavabos del aeropuerto,
Sollozando mientras cada pedazo de papel te hacía ver
Que jamás volverías.
Tienes que entender que nadie sube a sus hijos a una patera,
A menos que el agua sea más segura que la tierra.
Nadie abrasa las palmas de sus manos bajo los trenes, bajo los vagones,
Nadie pasa días y noches enteras en el estómago de un camión,
Alimentándose de hojas de periódico, a menos que
Los kilómetros recorridos signifiquen algo más que un simple viaje.
Nadie se arrastra bajo las verjas, nadie quiere recibir los golpes ni dar lástima.
Nadie escoge los campos de refugiados
O el dolor de que revisten tu cuerpo desnudo.
Nadie elige la prisión, pero la prisión es más segura que una ciudad en llamas,
Y un carcelero en la noche es preferible
A un camión cargado de hombres con el aspecto de tu padre.
Nadie podría soportarlo, nadie tendría las agallas,
nadie tendría la piel suficientemente dura.
Los: “váyanse a casa, negros”, “refugiados”, “sucios inmigrantes”,
“buscadores de asilo”, “quieren robarnos lo que es nuestro”,
“negros pedigüeños”, “huelen raro”, “salvajes”,
“destrozaron su país y ahora quieren destrozar el nuestro”.
¿Cómo puedes soportar las palabras, las miradas sucias?
Quizás puedas, porque estos golpes son más suaves
Que el dolor de un miembro arrancado.
Quizás puedas porque estas palabras son más delicadas
Que catorce hombres entre tus piernas.
Quizás porque los insultos son más fáciles de tragar que el escombro,
Que los huesos, que tu cuerpo de niña despedazado.
Quiero irme a casa, pero mi casa es la boca de un tiburón.
Mi casa es un barril de pólvora,
y nadie dejaría su casa a menos que su casa le persiguiera hasta la costa,
a menos que tu casa te dijera que aprietes el paso,
que dejes atrás tus ropas, que te arrastres por el desierto,
que navegues por los océanos,
“Naufraga, sálvate, pasa hambre, suplica, olvida el orgullo,
tu vida es más importante”.
Nadie deja su hogar hasta que su hogar se convierta
en una voz sudorosa en tu oído diciendo:
‘Vete, corre lejos de mí ahora.
No sé en qué me he convertido, pero sé
que cualquier lugar es más seguro que éste’."

"Hogar", de Warsan Shire
Poetisa keniana.


Este artículo es un contenido íntegramente escrito por el periodista y divulgador científico Antonio Martínez Ron, y compartido aquí para facilitar la lectura de aquellos lectores que hoy día no poseen cuentas en redes sociales tales como twitter, donde el autor expuso su conocimiento.
No hay otra intención más que la de compartir con la licencia CC que el propio periodista da desde su blog, donde no pude encontrar esta información en formato de artículo de blog.
Espero no saltarme irrespetuosamente las peticiones del Ron. Lo que él publicó mediante un "hilo" en la app Twitter, lo transfiero a continuación.


Hoy os quiero explicar una idea muy bonita sobre la relación que hay entre vuestros ojos y el cielo. Aquí va el #MEGAHILO.

Primero hay que comprender que la luz hace un largo viaje, desde que sale del sol hasta llegar al ojo. Ese es el viaje que os quiero contar. En ese viaje la luz puede hacer muchas cosas: rebotar, cambiar de velocidad al entrar en otro medio, difractarse, dispersarse…




Al cambio que experimenta la luz al cambiar de medio lo llamamos refracción. A la velocidad en cada medio la llamamos índice de refracción. El fenómeno se conoce desde la antigüedad. Séneca se preguntaba “por qué se partía el remo en el agua”.


Si vas a pescar con lanza, más vale que lo tengas en cuenta.



Cuando entra en el agua la luz cambia de velocidad, también cuando pasa a través de una lente o cuando atraviesa la atmósfera.Porque el aire, el agua y otros líquidos tienen diferentes índices de refracción.


De hecho, nuestra atmósfera actúa como unas ‘gafas’ del planeta. La luz del sol se desvía al entrar, hasta el punto de que cuando ves una puesta de sol la estás viendo en diferido. El sol ya no está fisicamente ahí, pero lo sigues viendo.



Es un buen dato para vacilar a tu pareja. El último sol que miráis juntos, en realidad YA NO ESTÁ AHÍ.




Es algo parecido a lo que pasa con los espejismos, la luz pasa por capas de aire más caliente con distinto índice de refracción.



Y también es lo que permite fotografiar a veces montañas distantes que están detrás del horizonte. La atmósfera nos hace de lente.


Esto ayuda a explicar por qué vemos las cosas al revés cuando las miramos a través de una bola de cristal o un vaso de agua.

 


El desvío hace que la luz se cruce y el objeto dé la vuelta. (Link)
Y por eso llega la imagen al revés a nuestra retina, pero eso es otra historia.


Ahora volvamos al viaje que hace la luz hasta nuestro ojo. Aguantad, que merece la pena :)



La luz del sol tarda 8 minutos y 19 segundos en llegar a la Tierra y entrar en la atmósfera. Una buena parte de esa luz, la de longitud de onda más pequeña, se dispersa en el cielo, lo que genera el aspecto azul. A esto se le llama dispersaron de Rayleigh, por el científico que lo descubrió.





La longitud de onda más larga (roja) llega más lejos sin dispersarse. Por eso si miras al sol (no lo hagas) lo ves amarillo-anaranjado. Y por eso el atardecer es rojizo: la luz tiene que atravesar un camino más largo (más atmósfera) y la que nos llega es la roja. Y la luz que rebota en las nubes (partículas más grandes) es de todas las longitudes, por eso se ven blancas.

En resumen: en la atmósfera no hay partículas azuladas que le den color al cielo el aspecto azul. Puedes ascender lo que quieras, coger ‘trocitos de cielo’ y siempre será trasparente. Son las moléculas las que dispersan la luz.

Pero volvamos al viaje de la luz: al entrar en el ojo, tras atravesar la atmósfera, también hace distintos cambios de medio.



Primero atraviesa la córnea (lente exterior), después un medio acuoso, el cristalino y el agua dentro del ojo (humor vítreo). Todo esto provoca pequeñas desviaciones. A lo que hay que añadir el movimiento constante del ojo, que es un medio inestable.

Esto ha hecho que los científicos tuvieran dificultades para observar el interior del ojo en vivo, las células receptoras en directo.


Curiosamente, estas son las mismas aberraciones ópticas que se encontraron los astrónomos al mirar las estrellas desde la Tierra.


La luz cambia de dirección al pasar por la atmósfera y esto nos da una imagen desviada.




Para contrarrestarlo, diseñaron sistemas de óptica adaptativa.




En los telescopios estos sistemas consisten en espejos que se deforman ligerísimamente en vivo para compensar las desviaciones de la luz.
 



Aquí viene lo bueno: los ópticos y oftalmólogos, para mirar dentro del ojo, han terminado usando óptica adaptativa.


Es decir, ahora miramos dentro del ojo con la misma tecnología que se desarrollamos para mirar las estrellas.





Uno de los pioneros en estas técnicas es el español Pablo Artal, podéis seguirle en Twitter @pablo_artal
Con todo esto, tenemos ya la idea clara de que el planeta con su atmósfera se parece a nuestro ojo con sus capas.



En ambos casos la luz va atravesando diferentes medios en un viaje maravilloso. PERO ESO NO ES TODO.

Ahora pensemos en alguien que tiene los ojos azules.



Para empezar, esta persona y todos los que tienen ojos azules procede de un mismo individuo que vivió hace entre 10.000 y 6.000 años en el noroeste del mar Negro.

La genética ha permitido localizar el origen de esta única mutación por la que alrededor del 8% de la población mundial tiene ojos azules. Pero, ¿por qué tiene los ojos azules esta persona? ¿Hay algún pigmento en su iris que le dé la coloración? Pues no. Como sucedía con el cielo, no hay partículas azuladas dentro de un ojo azul que le den ese color. Está sucediendo el mismo fenómeno de dispersión que en el cielo!

La zona que le da el color a nuestros ojos es el iris, que contiene los músculos que contraen y dilatan la pupila.


Esta especie de diafragma está compuesto por dos capas: el estroma y el epitelio.


Es la diferente acumulación de melanina en estas capas y en la retina la que da la coloración a los ojos.
La luz se dispersa de distintas maneras, pero los ojos no tienen pigmentos de ese color determinado, solo más o menos melanina.


En el caso de los ojos azules, la ausencia de melanina en el estroma provoca que la luz entre en el ojo y se disperse como en el cielo!!



Y ahora ya conoces la relación entre el cielo y los ojos azules...



Fuente: https://twitter.com/aberron/status/898139369785217024

Situada a 150 metros de distancia de la plataforma de lanzamiento del SpaceX Falcon 9 en el día de ayer, la cámara del fotógrafo Bill Ingalls quedó totalmente fundida e inservible. A pesar del estado que se puede contemplar, la máquina, controlada de manera remota, tomó algunas instantáneas que ya quisiéramos algunos.




Fuente: https://imgur.com/gallery/yqehN3W