Urdangarin llora, llora porque dice que si paga todo ese dinero se va a empobrecer mucho e injustamente.
Querido chaval, esto es la JUSTICIA.
Quizás deberías pensar que ese es tu verdadero lugar, la pobreza, antes de haberte lucrado saltándote buena parte de reglas de este tablero.
Quizás no sea tal pobreza, sino sencillamente una vuelta al estado social económico semejante al de la mayoría de las personas que conforman la demografía del país en el que vives, por cierto, del que te has aprovechado. Y no es casualidad.
Quizás estás volviendo al lugar en el que estabas y del que intentaste largarte para subir a la cúspide de la realeza y pasearte con supernóminas por los brillantes y encerados despachos de la burocracia.
Tu empobrecimiento habrá que contrastarlo, porque dado tan altivo status como buscaste, considerarás pobre no tener cinco coches de alta gama, o que tus hijos dejen el colegio de pago para ir a la escuela pública como hemos hecho todos. Considerarás que dejar de tener una criada en casa es empobrecerse. O dejar de comprarte trajes de Armani, o tener que poner en venta tu yate, o veranear en Julio y Agosto en una playa de Valencia, días sueltos por supuesto, en vez de montar en aviones que llegan hasta los confines del mundo, ya no te esperarán azafatas protocolarias en chalets de lujo con vistas al ocaso del océano. Lo que antes sencillamente amabas por caro, ahora ya, no está a tu alcance.
Tu consideración de injusticia quizás haya que repasarla, ¿no crees? Date una vuelta por los periódicos, date una vuelta por los centros de ayuda a los sin techo, a los desahuciados, date una vuelta por la cola de paro y empápate de cada pequeña tragedia en el corazón de millones de hogares de tu país. Date una vuelta y pregunta a las familias cómo se lleva eso de ser pobre, cómo se llega con hambre a la cena, qué han hecho con los bienes de su casa o con qué familiar mandarán a sus hijos algunas noches a la semana. Date una vuelta por los hospitales antes de que cierren y entérate de los casos de personas enfermas que dejan de tener atención médica, ellos no tienen plata para irse a una clínica de Michigan o Nueva York. ¿Y tu?
Y todo eso pensando en el peor de los casos, un grado importante de pobreza. Pero a ti, que no creo que te veas ni de lejos en una situación así, simplemente podrás acabar siendo padre de una familia de un status más normal y corriente que nunca, como cualquier familia del barrio de La Chana, o de Vallecas, u Hospitalet. Tu también podrías ser un humilde padre de familia.
Si tu ves injusta tu causa, aunque te preguntes qué tienen ellos que ver contigo, entonces ¿cómo ves la causa de ellos?
Tranquilo, sobrevivirás.