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"¿Dónde estabas el 11 de Septiembre de 2001?". Es la pregunta que suena una y otra vez cuando se acerca la fecha que conmemora el fatídico día que los EEUU fueron atacados sufriendo el terror en su propia casa. El fatídico día en que un tremendo golpe de realidad les hacía ver quizás por primera vez que también son vulnerables. Ningún Spiderman, ningún Superman y ninguno de sus fílmicos superjusticieros de acción apareció para socorrer la destrucción del bienestar americano.
Pues yo acababa de llegar a casa desde la universidad, y almorcé con la apertura de un telediario poco usual. También vi en directo junto a millones de personas todo lo que acontecía en ese múltiple plano televisivo de la Torres Gemelas.
Debo reconocer que la dureza del asunto la viví más tarde, con más imágenes de plano corto que se derramaban a lo largo de la tarde, y de testimonios. Era demasiado duro ser consciente de las víctimas que quedaron atrapadas sin poder salir, eran demasiado duras y terribles las imágenes que mostraban a los que se arrojaron al vacío huyendo de las llamas, era demasiado duro oir el testimonio radiofónico de los ocupantes del avión llamando desde el celular a sus familias con sus últimos "te quiero", también lo era escuchar las breves historias que salían a la luz de personas que rasparon la muerte o que se les escapó la vida por muy poco. Los empleados atrapados, los ocupantes del avión, los policías, los bomberos, los reporteros.. los que se perdieron en esa mole de cemento y acero, son demasiadas vidas borradas de golpe, casi se oía expirar a la tierra.
Que tranquilidad más egoísta se siente cuando uno ve esas imágenes y piensa en lo lejos que está de ese terror.
A lo largo de diez años todo el mundo ha debatido desde las conversaciones insignificantes sentados en un bar, hasta en foros de internet y debates de mayor índole acerca de los hechos que han marcado de un puñetazo la efemérides del 11 de Septiembre. Los atentados a los EEUU no hace justicia a nada, no es justicia, es venganza. La gente que murió a causa de los ataques era independientemente inocente a pesar de ese pensamiento global que afirma que todos somos en parte responsables de lo que ocurre en el mundo, en lo bueno y en lo malo. Aquella gente no tuvo juicio. En toda la historia de la humanidad no hay una sola guerra o asesinato justo, pero así ha sido la historia, llena de sangre. ¿Debemos aceptar que el mundo es así? "-No, el mundo no es así, lo hemos hecho así-" dice el Cardenal Altamiro al final del filme La Misión (1986).
"De lo que se siembra se recoge" leía en muros de mi ciudad y en puertas de lavabos de numerosos bares a los que iba, reflexiones totalitarias de una manera de pensar con la que no acabo de entenderme. EEUU lleva toda su vida extorsionando y entrometiendo su hocico con crueles intenciones en grandes actos de la historia, y en algunos incluso nos beneficiamos todos más de lo que creemos, pero el 11S no ajusticia a los responsables. El terrorista es terrorista por vocación, y el grado de mala leche que con la que actúa su mente llega más lejos de lo que muchos pensamos. ¿Por qué no atentan contra los responsables? Vaya pregunta absurda, piensa como un terrorista, piensa con mala leche. Si matas y acabas con el malo se acaba también la fiesta. Si matas a los culpables harás mucho daño, muchísimo, pero si matas a los inocentes estarás destrozando aún más, mucho mucho más. Por eso han muerto los que han muerto, porque el objetivo de un terrorista no son los protagonistas sino los secundarios, los inocentes. ¿Hace falta mencionar y recordar contra qué atentaron aquí en España el 11 de Marzo de 2004? Contra gente que viajaba en tren, nada más que decir. Lo que trato de decir, es que cuando hablamos de terroristas culpables de la masacre, puede que no estemos hablando precisamente de islamistas con metralleta y turbante, abramos bien los ojos.
Desde 2001, dada la situación del planeta, los EEUU, su estúpido presidente, su cultura del miedo, su imperio invasivo, etc., se han desatado todo tipo de hipótesis acerca del origen de estos atentados. La convicción mundial de que los autores de la masacre es Al Qaeda y la Jihad extremista islámica, se ve truncada por supuestas incertidumbres e incomprensibles datos que no terminan de encajar con la lógica de actuación del gobierno americano. Las teorías de la conspiración oculta y que apuntan a un autoataque desde los propios EEUU se mantienen muy vivas en internet diez años después y no es ninguna tontería. ¿EEUU atentando contra su propio país? Pues yo no puedo afirmar nada, pero las sospechas están sobre la mesa. Sabemos tan poco acerca de todo esto, tenemos tan poco acceso a la veracidad de las investigaciones secretas, se ocultan tantos datos y se ofrecen tantas mentiras, nos hemos tragado durante una década imágenes televisivas y discursos patriotas que nos hacen caer en una falsa certeza de que lo que dicen y lo que nos enseñan es la pura verdad, informes de dudosa calidad de grupos de investigación que ni conocemos, yo al menos no me fío ni del Pentágono, ni de la CIA ni del FBI.
¿De verdad tenemos que tragarnos todo lo que nos llega del otro lado del Atlántico y creer que son ellos realmente los que lo saben todo? Si de verdad lo saben todo ¿no es hora de sospechar que quizás nos mienten? Yo lo que creo es que si, que saben todo acerca de lo que ocurrió, pero como ocurre siempre, han engañado al mundo entero, y esto va por los escépticos que dan por sentado sin tener ningún rango más allá de un mero "opinador del asunto" que los árabes y los islamistas son los asesinos. No es ninguna novedad que el extremismo islámico y su cinismo es peligroso, pero, ¿no lo es también el depredador capitalista, los capitanes del imperialismo y el fascismo católico? Echemos un vistazo al pasado, nada puede ser más clarividente.
Nos incluyen con orejeras equinas en una visión occidental del mundo y los apuntalan como los culpables de que el resto del mundo no sea feliz y libre, es más son peligrosamente ofensivos. Dios..., ¿cómo verán ellos a la contra, hacia Occidente? ¿Será parecido a como nos veían los indígenas de la América recién descubierta en la invasión de la Europa imperial implantando el cristianismo por cojones? Si amigos, las comparaciones son odiosas, y el caso es bien diferente, pero la razón y la reflexión están siempre soportadas por lo vivido en el pasado de toda mente, en una parte inconsciente de nuestro intelecto, y creo que nos toca reflexionar.
Reconozco que hasta hace poco miraba de forma muy obvia al radicalismo islámico como el autor del atentado del 11 de Marzo de 2004 en Madrid, pero ya no lo veo tan claro, y a decir verdad tengo muchas dudas. Todo nos pilla demasiado lejos de la verdad, nos dicen que fulanito estuvo allí el día de los atentados, que han encontrado cierta cinta en una papelera.., en general nos dan una información a todos de la que yo personalmente me reservo el derecho a dudar. Dudo mucho de quien fuese el autor de los atentados del 11M y del 11S, porque hay cientos de datos falsos, y los poderosos manejan la información a su antojo. Yo amigos, no me creo la mitad de la cosas de este mundo tal y como me la han contado, y esto es precisamente lo no me hace ser ni un cínico, ni un ignorante y mucho menos un paranóico.
La fotografía que veis al principio de este artículo la tomé en Nueva York en Agosto de 2010 desde el ferry "The Staten Island" de vuelta a Manhattan desde State Island. Todos esos rascacielos tan bien apilados, tan bestialmente elevados y huérfanos de sus torres. No he querido mostrar más imágenes del 11S, me parece abusivo el uso de todas ellas en los medios de comunicación. Prefiero quedarme con una imagen más tranquila y limpia de la ciudad.
Nueva york es una ciudad brutal, mastodóntica, no tuve la ocasión de palpar esa pena arrastrada por los neoyorkinos desde los atentados, la vi feliz y llena de vida, quizás porque se han levantado lo suficiente como para hacer que un turista como yo sienta que no ha pasado nada. Anduve en la zona cero, después de pasear y callejear por el bajo Manhattan, acercarse allí era poco a poco recordar el peor lugar elegido en todo el mundo aquel maldito día. Llegas y te preguntas ¿donde están?,¿dónde están las torres?,¿aquí ocurrió todo?,¿aquí se derrumbaron tal y como vi por televisión a miles de kilómetros?.
Tengo un problema fóbico, padezco vértigo desde niño, pero no cuando miro hacia abajo desde las alturas, sino cuando desde abajo miro hacía arriba, algo raro, creo que se me va a caer encima cuando algo está muy alto. Esa tarde no lo tuve, porque alcé la vista tratando torpemente de calcular como de alto sería el World Trade Center, y me esforcé en imaginar a través de una ilusa visión que las torres seguían allí, con su forma cúbica y tan altas, sin embargo no había más que un vacío enorme, un agujero vallado donde obreros andaban construyendo algo al que apenas le presté atención. Estoy en un puto punto negro del planeta, que sensación más fría, incluso con incomodidad me coloqué para posar en una foto, triste recuerdo, junto a los amigos con los que viajé a aquella ciudad. Una fotografía que prefería no mostrar en este artículo. Imaginé a la gente corriendo despavorida, las calles sembradas de polvo y basura, el asfalto temblando por el derrumbe, el zumbido formado por el grito, las sirenas y el desplome, imaginé el pavor de bomberos y policías entrando en un lugar del que poca esperanza tendrían de salir sanos, de la impotencia de los que saltaron y de los que desde abajo no podían hacer nada, con que intensidad desearían todos no haber estado allí, que no hubiera pasado. Miraba arriba, se han quedado allí, flotando.