Cada día soy más ateo que el anterior.
Porque no habría un gramo de bondad
ni rastro de amor a ajenos prójimos
en la existencia de Dios,
sino el peor diablo enloquecido
dejando pasar con albedrío contemplativo
lo que le tacharía de perverso
y negaría su falsa benevolencia,
jugando a Dante con los límites
de lo humanamente soportable.
Fotografía de una mujer refugiada siria quemada con ácido, huída a Brasil. Por Gabriel Chaim (@gabriel_chaim)