· Se ha deteriorado enormemente la compresión de los mensajes literales y visuales de todo lector, que no es capaz ya de distinguir la ironía o la sátira, de la banalización
· Urgen las prisas por opinar rápido, sumarse a la corriente y dejarse sugestionar sin criterio propio
A raíz de un artículo publicado recientemente por JR Mora en su blog, documentado y argumentado con todo matiz, planteo esta reflexión. Se trata de una viñeta publicada por Don Edi en el Diari de Terrassa, en que un chiste aparentemente falto de tacto y sensibilidad sobre el machismo, es acusado del mismo sin plantear que la misma viñeta expone y señala la realidad del agresor y no otra cosa.Será que yo también iré contracorriente, pero hoy prima eso de "reacciona rápido y piensa después". Además, con el añadido del uso de las redes sociales, que sirve de pólvora sin dar pie a leer el fondo. Nadie se cuestiona, por un ejemplo inmediato, al ver a dos generales nazis mofándose de judíos mientras ve La Lista de Schindler. Nadie interpreta que haya una banalización. Es obvio que el contexto en que te sumerge un filme no es el de una viñeta. Se adopta que es una película que muestra la crudeza de una realidad pasada de un hecho, exponiéndolo con fidelidad a lo que fue a la vez que se palpa su denuncia, y la necesidad de mostrarlo así y no de otro modo.
Con una viñeta no se tiene, como autor, las mismas bazas para hacerlo sin que se cuestione eso un segundo. A Spielberg lo conoce todo el mundo. A Edi no, pero nadie usará su tiempo para saber quién es, qué piensa y cómo lo cuenta. Es más fácil reaccionar rápido y denunciar la viñeta, que plantearse la idea por un instante, de que no puede ser que el autor y el diario en que publica haya tolerado esto, si no es más, que por una intención de segunda lectura (señalar y ridiculizar al agresor).
La inmediatez y las prisas lo han desbancado todo hoy, hasta la comprensión lectora y visual de casi todas las cosas. Incluso para encajar que la ironía es una herramienta tan fuerte, como que Charles Chaplin recurrió a ella para mofarse de Hitler, sin que fuese señalado de banalizar sobre un tema tan delicado como el asesinato de miles de judíos, gitanos, soviéticos, etc.
Muy a contracorriente, yo sí pienso que se ha deteriorado enormemente esa comprensión de todo lector, que no es capaz de concluir ni pensar más allá de lo que le dejan clarito, alto y masticado en un mensaje. Y con el aliciente de sugestionarse a lo que diga la corriente.
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